Noches en vela

Inspiración. En definitiva eso nos mantiene. Puede venir de diferentes lugares. A mí me ha pasado, aún me pasa. Un día soleado, cuyos rayos penetran en lo más profundo de uno mismo. Una sonrisa, resplandeciente, sincera, abierta y lo más importante por y para ti. La fuerte lluvia tocando a tu ventana como un príncipe intentando secuestrarte….

Por motivos que aún se me escapan hoy me siento así ¿Por qué? La pregunta correcta es ¿y por qué no?. Ya es de noche, las nubes ocupan el cielo exceptuando un pequeño espacio, un huequito en el cielo, puede parecer estúpido pero solo un cielo con un espacio azul ha podido provocar que me levante de la cama y coja el ordenador. Supongo que por A o por B todos necesitamos nuestro espacio en el cielo, nuestro rayito de luz, de sol.

Aunque ya es verano, “oficialmente” verano, no lo parece para nada, aun llueve, aun hace frío, siento que realmente como en otras ocasiones el tiempo es reflejo de cómo me siento, por lo que de antemano pido disculpas por este mal temporal.

Probar lo prohibido a una cierta edad fue divertido, enamorarse de la persona equivocada en el momento indicado una salvación pero ¿Qué hacer cuando esa edad pasa? ¿ qué pasa cuando el amor acaba? Y aun peor ¿ Qué ocurre si de algún modo echas de menos todo esto?

Sentí tanto por él, solía pensar que el mundo era perfecto, estaba entonces completo, todo era tan perfecto que daba miedo respirar, por si algo por cualquier motivo se llegase a estropear. Las calles parecían hechas para juntarnos, caminos que unían nuestras vidas, nuestras casas, a los dos en abrazos y ahora solo son rutas, kilómetros que nos separan. Lo llaman recuerdos, nostalgia, dolor, pena en el corazón yo no sabría exactamente como llamar al hecho de echar de menos quien un día dejo bien claro que en su vida estabas de más.