..Llena ese vacío

..Llena ese vacío
Sigo recordando el dia que murio mi corazón



FELIZMENTE VACÍA.




miércoles, 28 de febrero de 2018

Creiamos

Creíamos que lo teníamos todo. Creía. Ella yo, él yo. Todos nosotros. Creía que éramos felices. Creía que éramos hasta que Noemí llegó a mi vida. Hasta que vi las cosas claras, como creo, como siento que son.
Siempre he sido de opiniones confusas, ideas fijas. De uno. De ti. De llenarme con fragancia masculina, de gemiditos absurdos. De emociones desorbitadas. De tu muy buenos días.

Lo primero de lo que me gustaría hablar es la ruptura. Cuando rompes cuando algo se rompe te invade el sentimiento de culpa, la soledad. Ahora reconstruyo y deconstruyo, gracias a Noemí, edifico nuevos pensamientos que saben más a mi.

Siempre he sido clara, directa, hiriente. Fría, astuta, frágilmente de acero. Inoxidable. Aprendí a contenerme a darle a delete, a repeat a cambiar de voz y de tono a no joder por herir. A cambiar un niñata de mierda por comportamiento de niñata y a cavar un gran hoyo donde enterrar el orgullo, y sacar a la luz  mis verdaderos sentimientos, el compromiso. La amistad. Pero ella jugó duro y me dolió, y ese amor se convirtió en mitad rabia, tres cuartos de indiferencia y camino. Caminé lejos de ella justo cuando Ismael apareció.

Lídia se merece algo más, mucho más, diarios enteritos llenos de aventuras, pero se que no hace falta que escriba de ello para tenerlo almacenado en algún rincón de mi mente. En el recuerdo de una frustrada amistad.

Quizás reflexione otro día pero esta entrada es para ellos, para mi corazón dividido, divertido, culpable.

Tiene los ojos más extraños y perfectos: amarillos, motas verdes, increíbles. Le conocí como se conoce a la gente en Dublín y me dio tan mala espina.... una mala espina de esas que me hacen dejar de comer el pescado. Una sardinilla canalla y del Sur. Y yo enganchada. Fue rápido, extraño, emocionante. De pique, de risa. Demasiada labia, demasiado cuerpo, demasiada gracia y esos ojos.

 Le hable de Conor y de todo y de mi. Sabe como hacerme reír, sabe como besarme, me desata y aunque él no sabe lo que desencadena, lo que él ha hecho en tan poco tiempo no lo desata cualquiera. Es un chico del que cualquiera se colgaría, incluida yo... otra yo en otro momento. Es la típica persona tan bella por dentro y por fuera que no es capaz de apreciarlo. Cualquiera se colgaría, es un hecho, pero yo camino de su brazo por el suelo, por las aceras de Dublin, entre la nieve. Entre besos robados y lenguas juguetonas, entregada. Dice que es de sus colegas y hemos quedado 3 días seguidos. Dice que se quedaría más tiempo, que me daria más besos, pero solo nos quedan 2 meses y medio. No me da miedo admitir que me alivia que esto sea algo limitado porque realmente de no ser así me asustaría. Es todo tan perfecto, ojalá no encuentre el chiste o la trampa antes de volverme. Ojalá sea esa historia que tanto cuesta encontrar y tanto cuesta olvidar, ojalá el dos meses y medio. Y a los 27 y 27 años más tarde. Me encantaría

Digo esto y lo confieso aquí pues Leo sigue allí. Dentro. Lo hemos pasado mal, muy mal. Hemos tocado fondo y precipicio y he llorado por cosas sin sentido y le he dado valor al silencio. Fea y bebé cosas que me dan la vida y múltiples mentiras que me la quitan. Deseo verle, mimarle, colmarle con calma y besos. Estar bien. Se que no me espera como antes, se que todo ha cambiado pero los cambios no siempre tienen que ser malos, la evolución es progreso y El Progreso de algún modo éxito y el no es hombre de conformarse y yo no soy mujer de poca cosa.

 Me pregunto como sabrán sus labios, si cerrara los ojos, si me amordazara en la mazmorra, si gritaré de dolor o me ahogare de placer. Si aún me quiere.

Yo se lo que siento y es confuso, es extraño pero es cierto. Son como el día y la noche. Es como cuando juegas a ese juego de elegir y yo elegiría el amanecer o quizás el anochecer, el crepúsculo. Pero aquí no se trata de elegir entre vampiro o lobo se trata de vivir de ser vela e intentar ser bella, de construir y deconstruir a Carmen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario