RARA.

Me siento rara. Extraña, alejada, sola, apartada del mundo. MARCIANA.
Me siento débil, cansada, temerosa, asustada, paralizada. UN MONSTRUO
Ya no se si es el mes, si es el año, si son las fechas que me recuerdan a tanto... no se si es por uno si es por el otro o si es todo entremezclado, pero no soy YO. O eso me intento decir a mi misma, eso intento creer, NO SOY YO. Pero quizás esta es la versión mas real de mí. Triste, sola, cansada, paralizada. Carmen.

Jose es pasado y futuro pero no pinta en mi presente más cercano, realmente no he añorado unos 4 años que nunca hemos cumplido, pero si le eché de menos en otras fechas, en otros momentos... he sentido ganas (2 veces contadas) de saber de él, de volver a él, de encontrarle pero hay algo que me dice que no que no es el momento, que no mereces, que no sabes y que en definitiva, NO QUIERES. AÚN NO. y es por eso que es pasado y que será futuro porque aun veo tantas cosas... aun su cepillo esta en mi cuarto de baño, aun esta su imagen (tapada por muchas otras, pero está) y lo mas profundo de mi espera que esté, que este en un futuro incierto y que me vuelva a querer y que este cuento de hadas que ha sido nuestra historia encuentre un final digno... un final maduro. Una eternidad.

Pero Antonio.... Antonio me puede, esa sonrisa, esas conversaciones, ese deseo que siente por mi cuerpo imperfecto.... ÉL. Si él supiera el miedo que tengo a nuestra intimidad, si sospechase lo Christian Grey que es para mí... lo perfecto lo inalcanzable y lo increíble de su deseo hacia mí. Yo, soy más de "Alvaros"... de chicos normales, y buenos con sus pequeñas rarezas pero de esos chicos que no te intimidan, mas bien esos chicos a los que te comes....Cada una de mis estrías me pide que huya...que no me enganche que no me ilusione de algo que va a terminar mal. Cuando respiro y mi estomago se hincha pienso...¿y es esta gordura lo que le pone? ¿y es esta piel flácida, dolorida, seca imperfecta, lo que le motiva?

No tengo una parte perfecta, no tengo un resquicio de cuerpo del que no sienta vergüenza. De arriba a bajo... el pelo, repleto de extensiones, la cara las pequeñas marcas de una etapa llena de granos...papada (disimulada gracias a la perdida de peso) pero papada... pechos imperfectos, flácidos, blandengues y acuchillados con las marcas blanquecinas de raíces, de espinas de horribles estrías... NO HABLO DE MI ABDOMEN. Pero sigo en los 70 kilos. Esos costados con más heridas, más marcas... más imperfecciones. Hemos pasado de los brazos que no me disgustan demasiado pero que guardan el más terrible de mis secretos. Secreto que solo mi ángel conoce, que nunca seria capaz de confesar a nadie. Y que el secreto de mi locura juvenil ahí permanece, en señales, en pequeñas profundas, medianas y táctiles cortecitos que afean el brazo derecho.

Me gustaba mi culo, cuando estaba firme, gordito cuando mi genética lo mantenía perfecto, pero fue lo primero que me adelgazo y ahora anda cubierto de estrías.
Estrías... la tónica de mi vida, la tinta de mis escritos y la hoja de cada centímetro de mi cuerpo. ESTRIAS. Las piernas, largas con sinuosas medidas, formas y ese color tan bonito que tengo.. pero acribilladas de pequeñas manchas mas oscuras. Señales de mosquitos y de una manía infantil de arrancarme las costras...Tampoco tolero no tener un espacio óptimo entre muslo y muslo y que estos se choquen....ARG. Y por último los pies, bueno los pies son pies, no son bonitos de por si.
Nada es bonito en mi.

Y aun con todo esto, dice desearme, jura que me poseería en mil maneras en varias posiciones y me abruma... me asusta, me inquieta. No le quiero como novio, nunca podría. Pero me encantaría cometer pecados, vivir aventuras a su lado, al lado de sus abdominales... fastidiosos y perfectos cuadraditos... su espalda, su cara... y encima tiene la poca decencia de decir que quiere volver al gimnasio.... (si es un adonis) Odio no estar a la altura, o no estarlo ahora porque ya no solo por mi s no por el, tengo que cambiar, tengo que mejorar, tengo que conseguir ser mas yo y menos este pequeño engendro. Y lograr los 60 y comerme el mundo y teñir las estrías y arreglarme el pecho y dejar parte de las extensiones y empezar con la crema y tantas tantas cosas que me abruman.

Una parte de mi quiere todo con el, todo con el ahora y la otra, para no perder costumbres,se muere de miedo.